Foto Pioneros del surf. El Mundo.es
Foto Pioneros del surf. El Mundo.es

En España, a día de hoy, el surf es un deporte más que consolidado: cuenta con más de 30.000 deportistas federados, además de revistas, marcas y una larga tira de iconos internacionales que cosechan victorias a lo ancho del mundo. Pero esto que hoy nos parece normal tuvo sus comienzos hace unos años, cuando en las costas españolas todavía el surf era algo desconocido y un puñado de pioneros se lanzaron a experimentarlo. 

 

A finales de la dictadura, jóvenes revolucionarios comenzaron a subirse a pequeñas tablas rudimentarias para surcar las olas vírgenes de nuestras costas. En aquella época, el surf era una cosa de locos, la playa no estaba todavía consolidada como lugar para el ocio y la gente alucinaba cuando veía a alguien sobre una tabla dentro de un mar hostil. Fue gracias a aquellos innovadores de pueblos locales por lo que el surf se convirtió en la vanguardia de un deporte y sobre todo en una filosofía.

Tienda de Geronimo, el primer establecimiento dedicado al surf El pais.es
Tienda de Geronimo, el primer establecimiento dedicado al surf El pais.es

La primera tabla en España

A finales de los 50 del pasado siglo, el surf arraigó enseguida en las costas del sur francés. Sin embargo, en el lado español de la frontera, la cosa era distinta: en pleno franquismo, su llegada debería esperar al menos unos años.

 

La primera tabla que llegó a España lo hizo en Pamplona, una ciudad sin olas ni mar, en 1957. Se puede acreditar que los comienzos del surf en España se sitúan aproximadamente entre 1963 y 1970, y se ha atribuido a Jesús Fiochi el título de el primer surfista español. En seguida, jóvenes revolucionarios de las costas del norte comenzaron a construir y comprar sus primeras tablas, dándose los primeros revolcones e imitando las poses y técnicas de las revistas norteamericanas que llegaban desde el otro lado del Atlántico. Lugares como Gijón, y toda la costa cantábrica en general, se convirtieron en lugares de referencia, y en sus mares crecieron nombres como Amador Rodríguez o Félix Cueto, iconos del surf español que aprendieron de manera autónoma y autodidacta. 

 

En  década de los 70, los pioneros del surf crecían ya a un ritmo vertiginoso y aparecían los primeros focos aislados de surfistas:  la playa de Salinas, donde lo practicaban Félix Grande y Amador Rodríguez, la costa de Santander, con los Meco, o las playas de Bizkaia, con Iñigo Letamendia, futuro creador de Pukas. Así, nombres anónimos comenzaron a escribir las primeras líneas de la historia del surf español.  

 

"La primera ola" se titula un documental reciente que recupera las hazañas de estos exploradores del mar, buceando en los orígenes del surf en España. En él, se relatan historias emocionales, de superación personal, de búsqueda de una identidad. Historias como la de Félix Cueto, el primer surfista del Cantábrico, o la historia de la comuna hippy-surfera de Loredo, pioneros a la hora de fabricar tablas de surf de calidad en España. 

La película, dirigida por el malagueño Pedro Temboury (realizador también de Monopatín en 2013), se estrenó en el pasado Surfilm Festibal en San Sebastián. La primera ola reúne a los principales protagonistas de una revolución silenciosa, la llegada de un deporte que siempre fue más: un estilo de vida, una filosofía.