La historia del surf es difícil de rastrear en lo relativo a sus orígenes, puesto que no hay documentos escritos que la atestigüen. A pesar de ello, se conservan algunos testimonios de antiguos viajeros europeos que observaron el arte de deslizarse sobre la superficie del agua. Con la aparición del surf moderno y su extensión por el mundo ya se puede reconstruir la historia contemporánea del surf. 

 

El Caballito de Totora

Un caballito de Totora es un tipo de embarcación construida con tallos y hojas de totora. Fue diseñado para transportar a un navegante con sus aparejos, durante las faenas de pesca marina en Perú. En algunas playas del litoral, estas embarcaciones se empleaban también deportivamente para correr olas de forma parecida al surf. La primera mención que conservamos al surf es del siglo XVI, de Fray José de Acosta, antropólogo y jesuita.

Los hawaianos fueron pioneros en el arte de surfear
Los hawaianos fueron pioneros en el arte de surfear

Hawai

El arte de deslizarse sobre la superficie del agua, llamado he’enalu en la lengua hawaiana, fue observado por la tripulación del Capitán Cook en Hawaii, en 1767. El jefe era quien tenía la mejor tabla hecha de la madera del mejor árbol. A la clase noble además se les reservaba las mejores playas, en las que las clases más bajas tenía prohibido surfear, aunque podían ganar prestigio surfeando en tablas muy pesadas.  

 

Algunos lugares ancestrales usados para la práctica de surf, como la Bahía Kahaluu y la Bahía Holualoa todavía son frecuentados hoy. Con la llegada de misioneros escoceses y alemanes en 1821, se prohibieron diversas tradiciones polinesias, incluyendo el surf, por considerarlo inmoral. A la llegada del siglo XX, el surf había desaparecido casi por completo. Sólo un reducido número de hawaianos continuaron el arte de la fabricación de tablas y de surfear las olas.

Llegada a EEUU

El surf en la costa Este de Estados Unidos comenzó en Virginia Beach en 1912. James Matthias Jordan cautivó a los locales surfeando en una tabla de Sequoia de 2,7 metros y 50 kg de peso. A finales de los años 60, California era ya el centro de atención de todos los practicantes de surf de Estados Unidos en particular y del resto de surfistas del mundo en general

 

De ahí la práctica del surf se fue extendiendo por todo el litoral cantábrico, llegando el sur de Europa posteriormente a ser conocido en todo el mundo gracias a las playas de Cantabria, País Vasco, Galicia y Asturias en España, y Biarritz y la zona de las Landas en Francia, siendo la ola de Mundaka una de las olas de izquierdas más famosas del mundo.

Olas tuberas: son olas huecas que rompen rizándose sobre sí mismas y que definen un espacio cilíndrico completo, dentro del cual se puede seguir controlando la navegación sobre la tabla bajo el labio de agua que cae de la parte superior de la pared de la ola. Bali es uno de los lugares más conocidos donde practicarlas. En la playa de Padang, cuando el oleaje sube y pasa a ser fuerte, el espectáculo está montado, poderosas olas tuberas aparecen convirtiendo el patio de recreo solo apto para expertos surfers.


Olas orilleras: también conocidas como shorebreak, el término inglés que también se utiliza, son aquellas que rompen justamente encima de la arena. Se producen por un cambio abrupto en el fondo de la playa que hace que haya un desnivel o “escalón” contra el que choca la ola. Cuando el fondo del mar tiene una inclinación más suave, la ola rompe sobre agua y libera poco a poco su energía, haciendo que la espuma recorra una larga distancia.


Olas huecas: Son olas cuya forma se levanta creando una sección cilíndrica, donde la configuración de vectores de fuerzas permite una navegación más enérgica sobre la tabla. También se las conoce por el nombre de "tubos". La cresta de la ola se adelanta a la base. Son olas de mucha velocidad y tamaño variable. Requiere de una gran capacidad de equilibrio para poder practicarla, pues debido a la potencia de la ola es muy fácil caerse al mar.