Una vez se domine lo básico del slackline, como puede ser el mantener el equilibrio encima de la cuerda con cierta facilidad, así como caminar una distancia media, podremos dar un paso más y adentrarnos en algunas de las siguientes modalidades.

Uno de los aspectos más positivos del slackline es que permite realizar una gran variedad de modalidades, lo que llena de riqueza a este deporte.

Trickline
Trickline

Trickline

El tipo de slackline más difundido es el trickline, una modalidad que consiste en realizar saltos, giros, acrobacias encima de la cuerda y toda clase de trucos como su propio nombre indica.

Se utiliza la elasticidad de la cuerda como fuente de impulso. Para ello se coloca la cuerda a unos 15-20m de longitud, con algo más de 1m de altura. La cuerda tiene que estar muy tensa para que nos dé el impulso adecuado. Como medida de seguridad, es indispensable realizarla sobre un terreno lo más blando posible (césped, arena,…). Incluso se podría colocar una colchoneta protectora en la zona donde vayamos a realizar los trucos.

En esta modalidad se practican principalmente saltos y trucos de destreza, como su propio nombre indica. Anualmente se celebra una copa del mundo de esta modalidad. Esta modalidad, debido a la facilidad de los lugares donde se puede practicar.

Waterline

Esta modalidad simplemente consiste en realizar slackline encima del agua. Se puede realizar con cualquier tipo de cuerda. La dificultad extra que presenta esta modalidad es, a la hora de mantener el equilibrio, que el agua está en movimiento y eso puede influir a la hora de mantener el equilibrio encima de la cuerda. Además, al estar encima del agua, la cuerda tiende a mojarse por las caídas, lo que hace que se vuelva resbaladiza, lo que aumenta su dificultad. Es una modalidad en la que la diversión está asegurada.

Yoga slackline combinado con Highline
Yoga slackline combinado con Highline

Yoga slackline

Otra de las modalidades es Yogaline. Básicamente en lo que consiste es en realizar posturas de yoga encima de la cuerda. El grado de dificultad que aporta al yoga es la inestabilidad de la cuerda, que exige un punto más de control corporal. Se precisa mucha concentración y dominio sobre la cuerda, especialmente si se combina con situaciones extremas.

 

Highline

La modalidad más extrema. La cinta se coloca a una altura mínima de 20m (si está a menos de esta altura se le conoce como “midline”). Y la anchura es de 25mm. La persona que va encima de la cuerda suele ir sujeta con un arnés a la propia cuerda, por si se cae para que se quede colgando y no se precipite al vacío. Hay una variante a esta modalidad conocida como “free solo”, que consiste en realizar el highline sin ir sujeto a la cuerda. No hace falta ni comentar el grado de experiencia que hay que tener para poder realizar esta variante.

Longline

Se basa en cintas de más de 40 metros de largo y 25 milímetros de grosor. Dado que el principal objetivo es cruzar de un lado a otro realizando diferentes posturas en equilibrio, el balanceo en esta modalidad es mucho mayor. Y hablando de balanceo, vamos con la última modalidad.

 

Rodeoline

Se trata de una de las modalidades más difíciles. Consiste en colocar una cuerda de una manera muy poco tensada en forma de U. Se posiciona muy alta pero sin apenas tensión. De esta forma se consigue que la cuerda haga mucha parábola para que se balancee como un columpio. El equilibrio es realmente difícil de mantener debido a la baja tensión de la cuerda.

Como vemos, en todas las tipologías de este deporte se requiere de una gran coordinación de cuerpo y mente. Sin embargo, en función de nuestras preferencias, el slackline ofrece un gran abanico de modalidades donde podemos elegir según la dificultad que queramos tener, la adrenalina, o el vértigo.