Pocas cosas son más sobrecogedoras que un alpinista escalando una gran pared. Estas subidas son tan enormes tardan días, e incluso semanas en completarlas. Durmiendo en los salientes colgantes de las rocas, llevando sus grandes bolsas con el equipo y suministros, sobreviviendo con mínimas raciones de comida y agua, las grandes paredes requieren una resistencia aterradora, habilidad para escalar impropia de un ser humano que no sea experto en ello.

Alex Honnold escalando el Yosemite
Alex Honnold escalando el Yosemite

Yosemite 

No se puede hablar de grandes paredes y que no aparezca Yosemite en la misma frase. Es la Meca donde todo empieza, y el lugar al que todos los ambiciosos y jóvenes alpinistas quieren ir. El Capitán, o El Cap de forma abreviada, es la montaña más sagrada de todas. Su cara de 1.000 m. ha acogido alguno de los ascensos más legendarios de la escalada desde la década de 1950 hasta la actualidad.

 

Alex Honnold batió en un solo día varios récords de velocidad en el valle de Yosemite tras encadenar en solitario dos emblemáticas vías de alta dificultad: primero The regular northwest face al Half Dome y después The nose al Capitán. La polivalencia es la principal característica de Alex Honnold como escalador, capaz de enfrentarse con la máxima solvencia tanto a los big walls de Yosemite como a los búlders de Bishop. Sin embargo, son sus realizaciones en solo integral las que más repercusión le han dado.  No tardó más que 2 horas y 9 minutos en llegar a lo más alto del Half Dome, 41 minutos menos que el anterior récord de velocidad. Para conseguirlo, solamente se llevó una cuerda cortita –de unos 10 metros, que no usó- y una pequeña mochila para cargar el calzado de aproximación, agua y comida.  

Leo Hulding escalando el monte Asgard, Canadá
Leo Hulding escalando el monte Asgard, Canadá

 Monte Asgard, Isla de Baffin (Canadá)

El Monte Thor es una montaña situada en el Parque Nacional Auyuittuq,  en la Isla de Baffin, Canadá, que forma parte de la Cordillera Ártica. Su altitud no es especialmente destacada, ya que se alza a unos  1.675 metros de altura. Pero tiene una característica que la hace única en el mundo: es la montaña de la Tierra con la mayor caída vertical.

 

Esta pared o caída vertical tiene una altura de 1.250 metros, y no solo eso sino que además su ángulo promedio es de 105 grados, esto es, 15 grados por encima de la vertical. A pesar de su situación remota y la consiguiente dificultad de acceso, es un lugar popular entre los escaladores, que disponen del único lugar de acampada permitido a la entrada del valle de Akshayuk.

 

En el mismo parque nacional se sitúa otra montaña singular, el Monte Asgard, llamado así por el reino de los dioses nórdicos y que posee dos picos gemelos con la cima plana, lo que le da un aspecto visualmente llamativo. Asgard fue ascendido por vez primera en 1953, por una expedición científica suiza dirigida igualmente por Pat Baird. Pero quizá es más conocido por ser la montaña desde la que James Bond se lanza en paracaídas al comienzo de la película "La espía que me amó".

 

En 2009, el alpinista Leo Houlding lideró un equipo de escaladores en un intento de hacer el primer ascenso libre a la cara norte, historia contada en la película de Alastair Lee, El Proyecto Asgard, que consiguió diversos premios. En homenaje a este hecho, Houlding saltó en BASE desde la cima.

Los hermanos españoles Eneko e Iker Pou
Los hermanos españoles Eneko e Iker Pou

Naranjo de Bulnes

Los Picos de Europa constituyen uno de los Parques Nacionales más visitados de nuestro país. Su pico más popular es el Pico Urriellu, también conocido como el Naranjo de Bulnes. Se trata de un pico calcáreo de origen paleozoico situado en Asturias.  La denominación original, Picu Urriellu, deriva de la raíz «Ur» de origen prerromano, que hace referencia a una elevación de terreno.

 

 En agosto de 2009, los hermanos españoles Eneko e Iker Pou hicieron una de sus escaladas más importantes, haciendo el primer ascenso libre de la tremendamente difícil ruta 13, llamada Orbayu, que encuentra entre las escaladas más difíciles de hacer del mundo. Acompañados por la mallorquina Neus Colom, los tres escaladores se emplearon a fondo para lograr, sin la ayuda de ningún medio artificial para progresar y sirviéndose únicamente de pies y manos, ascender los 500 metros de pared vertical.